El asentamiento Erizo Juan Santamaría ya aparece en los mapas, con calles y alamedas que tienen nombres oficiales elegidos por los propios habitantes de la comunidad.

Gracias al apoyo del Laboratorio Experimental (LabExp), del Centro Académico de Alajuela del TEC, las personas que habitan este barrio ya pueden pedir un servicio de reparación a domicilio, dar una dirección o reclamar mejoras a políticos y tomadores de decisiones en el cantón.

“Antes nos distinguíamos diciendo la entrada, la subida, la cuesta, la vuelta... Ahora sabemos que cada entrada tiene nombre”, cuenta Jessica Pérez en uno de la serie de videos que retratan el proceso.

Con el proyecto de extensión se mapeó el asentamiento, utilizando el software libre llamado Open Street Map. Además, se desarrolló un proceso democrático para elegir los nombres de las calles y alamedas, y se colocaron los rótulos de las mismas.

La Comisión Nacional de Nomenclatura aprobó los nombres elegidos por los habitantes, gracias a una iniciativa respaldada por el Concejo Municipal de Alajuela.

“Así, si alguien nos visita, puede identificar cada entrada por los nombres de cada rótulo”, comenta Carol Rodríguez.

“Cuando tuve una refrigeradora mala, que llamé a un técnico para que me la arreglara y él me pidió la ubicación, llegó a la pura entrada de mi casa, por medio de la ubicación que ahora sale en el mapa y en el Waze”. Karla Hernández, vecina de Erizo Juan Santamaría

La importancia de aparecer en el mapa
Para Diego Munguía Molina y Jaime Gutiérrez Alfaro, docentes y extensionistas en el Centro Académico de Alajuela, el valor de que en mapas virtuales aparezca la comunidad de Erizo Juan Santamaría tiene un impacto enorme para que las personas que ahí viven sean tomadas en cuenta por instituciones y tomadores de decisiones.

“Está en un mapa, en la abstracción, pero el tema aquí es que esa abstracción, aunque uno dice que puede ser menor, ese es el único acercamiento que muchos políticos y tomadores de decisiones han tenido con este barrio. Hay personas que están sentadas en un escritorio, que nunca han entrado al barrio y toman decisiones que afectan al barrio. Entonces es importante que aparezca en un mapa, porque así ya no pueden quedar excluidos con el argumento que tenían antes, de que ahí no hay nada o no hay lo que ellos piensan que hay”, explica Gutiérrez.

Asimismo, explican los extensionistas, el mapeo del lugar también tiene un peso significativo en el empoderamiento de la comunidad, para que se organicen de la mejor manera para resolver sus problemáticas.

Un ejemplo de estos retos que enfrenta la comunidad es la realidad de Luis Dávila, quien tiene problemas de movilidad y lucha por la creación de infraestructura más accesible. Su caso se puede observar en la quinta y última entrega de la serie de videos que forman parte del proyecto de extensión.

“Para nosotros que el nombre de nuestra comunidad salga a relucir en el Concejo Municipal tiene un impacto enorme, ya que siempre sobre el asentamiento lo que se han hablado son cosas malas, y ese día se logró que se hablarán cosas buenas, importantes. Fuimos visibles a las demás comunidades como un proyecto bueno y como una comunidad que está en vía de crecimiento. Las instituciones públicas ya no le dicen precario el Erizo, le dicen asentamiento Juan Santamaría, que eso para nosotros nos llena de orgullo”. José Monterrey, líder comunal Erizo Juan Santamaría