Bajo el lema ‘Plantemos nuestra casa común’, grupos de voluntarios sembraron 90 árboles de especies nativas en cuatro cantones por donde pasa el Río Torres. La actividad se realizó en el marco del Día Nacional del Árbol y como parte de las acciones para fortalecer la trama boscosa en el Corredor Biológico Interurbano Río Torres.
En el Parque Polideportivo Aranjuez se unieron funcionarios del Campus TEC San José con miembros de la comunidad de Barrio Aranjuez y estudiantes del Liceo de Costa Rica para plantar 22 árboles en las laderas este y oeste del complejo. También se contó con la colaboración de funcionarios de la Municipalidad de San José y de la Unidad de Gestión Ambiental de la Universidad de Costa Rica, entidad que cultivó y donó las especies sembradas.
Gabriel Masís Morales, asistente de Dirección del Campus TEC San José, explicó que el Río Torres es uno de los ríos más contaminados del país y que esto afecta no solamente a la capital, sino también a las zonas costeras donde desemboca el río. Por este motivo, es urgente un mayor compromiso de las universidades y de la comunidad para limpiarlo.
“Los corredores biológicos son una estrategia de conservación muy rica y compleja porque tiene un componente social. Normalmente, la sociedad se ha construido al lado de los ríos y la forma en la que los tratemos habla mucho de nuestra cultura. Como universidad estamos llamados a cumplir con ese compromiso, debemos aportar valor y conocimiento científico, incluso manos que colaboren para sembrar árboles”, agregó Masís.
Por su parte, Luis Enrique Corrales Ramírez, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Parque Polideportivo Aranjuez, sueña con el día en el que se recupere por completo la cuenca del Río Torres, de la misma forma como Alemania lo hizo con el céntrico Río Rin. Su esperanza está en el trabajo conjunto que están desarrollando 70 oenegés involucradas en la iniciativa del Corredor Biológico Interurbano Río Torres.
Corrales recuerda que una mayor presencia boscosa en la ciudad tiene múltiples beneficios, entre los que destaca la disminución de las temperaturas ambientales, una menor incidencia de los rayos ultravioleta y una mayor presencia de flora y fauna.
“La primera acción que debemos entender es que no debemos lanzar basura. Luego, cuidar lo que ya existe y, en lo máximo posible, recuperar la cobertura boscosa de las laderas del río. Si lográramos recuperar los 20 metros que por ley deben guardarse a ambos lados del río, tendríamos unos bosques preciosos en la ciudad”, precisó.
Emilia Martén Araya, gestora ambiental de la Unidad de Gestión Ambiental de la Universidad de Costa Rica, detalló que árboles plantados corresponden a especies nativas cultivadas en el Vivero Institucional de la UCR con dos años de madurez o metro y medio de altura. Esta característica les permitirá tener un óptimo desarrollo a pesar de las condiciones de los terrenos y de la convivencia con la gente en la ciudad.
Por su lado, Gabriela Sánchez Sibaja, coordinadora del Programa de Cuencas Hidrográficas de la Municipalidad de San José, recordó que el Día Nacional del Árbol fue instaurado por decreto ejecutivo en el Gobierno de Alfredo González Flores en 1915, por lo que se le considera una de las primeras leyes de carácter ambiental del país.
“Ya el país tenía una visión desde hace más de un siglo de tener árboles en la ciudad. ¡Que hoy sea un día de celebración! Los servicios ambientales que brindan los árboles son imprescindibles para mejorar la calidad de vida y para crear ciudades verdes, que es por lo que está apostando el país”, enfatizó.
Bruce Padilla Urbina, estudiante de octavo año del Liceo de Costa Rica, mencionó que es importante sembrar árboles por el oxígeno que generan y por la fauna y flora que estimulan en la ciudad. Por su parte, Joseph López Maltes, estudiante de sétimo año en el mismo Liceo, manifestó que le gustaría que cese la tala de árboles en todo el mundo tener más oxígeno y que no se generen los desequilibrios ambientales que está experimentando el planeta.
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