Recientemente, el Tecnológico de Costa Rica (TEC), por medio de la Escuela de Agronegocios, junto al Programa Integral de Mercadeo Agropecuario (PIMA) y la organización Alimentalistas, entregaron los resultados de un proceso conjunto para promover la reducción de desperdicio de alimentos dentro del Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (CENADA), el cual es el principal mercado mayorista de Costa Rica.
Esta alianza se da gracias a un convenio interinstitucional, para apoyar en la reducción de desperdicio de alimentos, que fue firmado hace dos años.
Inicialmente, las partes estudiaron el estado actual del Programa del PIMA-CENADA de redistribución de alimentos, llamado “Integración de grupos sociales que visitan la Central Mayorista en Costa Rica (CENADA) para eficientizar el proceso de recolección de productos con limitado valor comercial.
Ese Programa tiene el objetivo de organizar el proceso de rescate y donación de frutas y vegetales frescos comercializados en el CENADA, con el fin de darles una nueva oportunidad a dichos productos para alimentar a personas que los requieren y evitar el desperdicio alimentario.
De acuerdo con la doctora Laura Brenes Peralta, profesora de la Escuela de Agronegocios del TEC y coordinadora de la Red Costarricense para Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, este Programa, dirigido por el Área de Acción Social del PIMA, ha venido trabajando desde hace varios años con resultados muy positivos, pero tras conversaciones entre las partes, se vio la oportunidad de fortalecer algunos aspectos técnicos y de comunicación con sus dos grupos de actores principales: los beneficiarios y los concesionarios.
“Los beneficiarios son aquellas organizaciones o grupos sociales miembros del Programa que reciben productos inocuos y nutritivos, con limitado valor comercial, los cuales son donados o rescatados con apoyo de voluntarios, de los puestos de comercialización que operan en el CENADA. Por su parte, los concesionarios son personas u organizaciones que comercializan sus productos en el CENADA, con una gama que va desde frutas y vegetales, hasta tubérculos y más”, expresó Brenes Peralta.
Brenes también acotó que durante el proceso de comercialización es posible que haya productos que no se vendan, por distintas razones, pero que conservan su inocuidad y valor nutricional; por lo que perfectamente pueden reorientarse a otros usuarios y así no desperdiciarse.
Para la máster Paula Ulloa Meneses, directora de la Dirección de Cooperación del TEC, “como Institución de educación superior, comprometida con la sociedad costarricense, consideramos que el mejor modelo para la generación de impacto en nuestro país es a través del desarrollo de proyectos multidisciplinarios y sobre todo gestionados de manera colaborativa con el sector productivo, el Gobierno y la sociedad, donde cada uno aporta desde su campo de experiencia para alcanzar de una manera más rápida y eficiente el objetivo planteado”.
Además, Ulloa, comentó que “este proyecto permitió aportar un granito de arena en un tema de vital relevancia como es el desperdicio de alimentos, dando la oportunidad de maximizar los recursos que se desechan en CENADA mediante un manejo responsable y permitiendo a su vez que estos lleguen a poblaciones vulnerables”.
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