Es muy importante destacar las fortalezas que han permitido el manejo efectivo del COVID-19 en Nicaragua, en primer lugar la existencia de un modelo de salud comunitario y familiar que aplica el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional a través del Ministerio de Salud ,MINSA, segundo, la fuerza del  pueblo organizado en las brigadas de salud y vida que visitan a la población casa por casa, todos los días y el esfuerzo positivo de contener los focos de contagio de manera eficaz por nuestras autoridades, entre otras.

Desde el mes de noviembre del año pasado, Nicaragua inició sus preparativos  ante el surgimiento del COVID-19 en el mundo, con la aparición de la pandemia en Centro América el 6 de Marzo 2020, se acrecentaron los preparativos para la llegada inminente del virus a Nicaragua.

A través del Ministerio de Salud, MINSA, el protocolo de salud y vida ha servido de guía y dirección para contener este mal mundial en nuestra amada Nicaragua.

El MINSA, ofreció charlas y conferencias para capacitar a todo su personal  y a las  Instituciones del Estado, se inició la aplicación  del protocolo de detección y se habilitaron salas especiales en 18 hospitales del país para  la atención a los futuros pacientes del COVID-19.

El 18 de Marzo 2020, llegó a Nicaragua el primer caso positivo, por contagio importado. El 20 de marzo, llegó el segundo caso positivo, también por contagio importado, se mantuvo la curva hasta el 27 de marzo  que aparecieron dos casos nuevos y después en todo el mes de abril se completaron los 13 casos positivos registrados hasta el momento, todos por contagio importado.

En conclusión, Nicaragua, tiene  13 casos positivos, 3 fallecidos  (1 en marzo y 2 en abril) y 7 se han recuperado. Los pacientes fallecidos presentaron complicaciones por sus enfermedades crónicas previas. Nicaragua no presenta colapso en hospitales ni funerarias. Se puede considerar que la  pandemia tiene un comportamiento lento, lo que permite mantener al país en la fase 1.

Nicaragua y Belice mantienen las cifras más bajas del COVID-19 en Centro  América; ambos países han demostrado un manejo efectivo de la pandemia.

Hasta la fecha, en Nicaragua no hay transmisión comunitaria, contener los focos de contagios de forma eficaz  ha sido una fortaleza para el control del COVID-19  en nuestro país.