La música como una herramienta de fortaleza y distracción en tiempos del COVID-19

En estos tiempos de confinamiento, distanciamiento social, el trabajo desde casa,  entre las noticias y los quehaceres del hogar, las clases de los niños y niñas desde una computadora, la universidad, la TV y redes sociales; la música se ha convertido en melodías y auténticos himnos de solidaridad que ayudan a superar la crisis que estamos viviendo y que ahora se difunden no desde un escenario, sino  a través de las redes sociales.

Ramsés Calderón, músico e investigador del célebre guitarrista Agustín Barrios Mangoré, es un salvadoreño radicado en Canadá, quien señala la importancia de la música en esta crisis mundial. Para él,  el tipo de música que se escucha tiene un efecto en la mente, cuerpo y estado anímico de las personas.

«En este caso de la pandemia,  vemos la importancia de las artes para sensibilizar  y lograr un estado de tranquilidad emocional,  la música es el arma más importante que tiene el ser humano.Las artes en todas sus ramas tienen la función importante de ayudar a trascender estos momentos que vive la humanidad”, afirma.

Además de escuchar música,  cada persona también  puede aprender a hacer melodías, ya sea  silbando, cantando o a través de un instrumento musical, (flauta dulce, guitarra, batería, piano, trompeta, etc,. Una experiencia que alegra la vida de otros y la nuestra.

Cantarle a la vida, aprovechar cada momento del día, compartir canciones a través de las redes sociales  es lo que actualmente hacen  los artistas nacionales como Sonia de Guzmán,  cantante y fundadora del grupo Nahutec.

Guzmán sostiene que  la música es «un gran aliciente, es una terapia, se puede utilizar música para trabajar, hacer ejercicios, hacer limpieza en la casa, para relajarse, para dormir, la música desintoxica los pensamientos”, añade.

Y es que en estos tiempos inéditos de crisis,  que pueden afectar la  salud mundial es necesario hacerse acompañar de música, música positiva, con mensajes de paz y armonía.  La música tiene la facultad de distraernos, de movernos e  incentivarnos a ser mejores.

El confinamiento familiar requiere de elementos de convivencia y la música es una de ellas, en la medida que permite  desconectarse del caos. «El cuerpo reacciona a estímulos auditivos y la música sana el alma”, afirma  Efra López,  cantante del grupo TRES AM, quien  envía, a través de su voz y guitarra en mano, mensajes positivos a través de las redes sociales.